El verano puede ser una de las mejores épocas para pasar más tiempo con nuestras mascotas. Pero también trae consigo una serie de riesgos que pueden comprometer la salud de nuestros peludos. Estos son cinco consejos para evitar disgustos durante la época de calor.
El calor es el problema más evidente del verano, que puede aparecer en forma de diversos riesgos: golpes de calor, deshidratación o quemaduras en las patas por la temperatura del pavimento. Para prevenir estos problemas, es imprescindible que tengan siempre agua fresca a su disposición y un lugar en la sombra donde resguardarse.

A la hora de dar un paseo, es mejor hacerlo temprano por la mañana o al atardecer, no solo porque el aire es más fresco, sino porque en las horas centrales del día es cuando el pavimento está más caliente y puede causarles daños en las almohadillas de las patas.
Tus mascotas son delicadas
Las alergias suelen asociarse con meses calurosos. Se dan especialmente en los perros y en gatos que tienen acceso al exterior. Podemos detectarlas si vemos que se rascan mucho, estornudan con frecuencia o se les forman legañas en los ojos. En casos graves pueden llegar a provocarse heridas, al frotarse o rascarse compulsivamente.
La mejor solución, si sabemos que tenemos un perro alérgico, es limpiarlo con agua después del paseo, para evitar que ingiera partículas al acicalarse. También existen suplementos que pueden mejorar la resistencia contra las alergias y, si llega a ser necesario, medicación específica.
Uno podría pensar que el agua es el mejor remedio contra el calor, los perros son amantes de los baños. Aunque ciertamente es una actividad que les hace pasar el calor y a la vez les estimula y divierte. También hay que tomar ciertas precauciones como la de bañarlos siempre después de haber estado en el agua, por redundante que pueda parecer.
Otro problema común para quienes hacen actividades con su perro, especialmente en la montaña, es el de los parásitos. Las garrapatas son los más frecuentes y están activas con la llegada del calor. Estos parásitos no son solo molestos para el perro, sino que pueden engancharse con facilidad a otros animales de la casa y también a las personas. Ni siquiera hace falta irse a la montaña, ya que pueden estar presentes en jardines, parques e incluso en nuestro propio patio.

El eterno dilema de quienes tienen mascotas de pelo largo es si deberían cortarle o no el pelo y cuán a menudo deberían hacerlo. No hay una respuesta universal para ello, ya que depende de cómo sea el animal. En general, a la mayoría de perros y gatos debería bastarles con la muda que hacen de forma natural y un cepillado frecuente para mantener el pelaje en buen estado. Sin embargo, algunas razas de pelo muy largo o rizado necesitarán un corte extra.
Mientras disfrutamos de estos meses calurosos, es fundamental que brindemos a nuestras mascotas el cuidado y la atención que merecen. Visita nuestra página web para encontrar más consejos y recomendaciones sobre cómo mantener a tus amigos peludos, sanos y felices.