Para Llegar a Galipán, el acceso desde Caracas, por la ladera o vertiente sur en San Bernardino, cerca de la Quinta Anauco arriba, lo más usual es ir caminando o con vehículo rústico de doble tracción por la empinada carretera desde el “pie del cerro” en la avenida Peñalver, entre San Bernardino y Cotiza en el Distrito Capital y cuya vía llega hasta la propia cima donde se encuentra el Hotel Humboldt.

¿Cómo llegar a Galipán?

En Cotiza hay un terminal de transporte colectivo disponible para visitantes y turistas. También hay empresas como el Hotel Ávila y Denis Tours que organizan visitas que incluyen el traslado hasta la población y el restaurante de su preferencia.
Otra forma de llegar es desde Maripérez por el terminal del teleférico Caracas – El Ávila, administrado en la actualidad por una empresa privada. También puede ir por el “Camino Real de los Españoles” entrando por la puerta de Caracas, en la parroquia caraqueña de la Pastora. Otra alternativa sería entrar por la ladera o vertiente norte del litoral central que es otra vía que conduce hacia la carretera que sube de los pueblos costeros del estado Vargas, Macuto o por Naiguatá.
Las flores y los paisajes de Galipán
Hacia el cielo del litoral guaireño y asentado en la ladera o vertiente norte del Parque Nacional el Ávila, con una magnífica vista hacia el mar Caribe, se encuentra el tranquilo y solariego pueblo de Galipán, en el verdor variable de la montaña como asiento o reducto rural de unos 2.500 galipaneros.

Su nombre proviene de la antigua tribu indígena de la zona “Los Galipa”, su estructura típica es la de nuestros pueblos con sus calles y plazas en cuadrículas, su iglesia, escuela hasta 6to grado, bodega, dispensario médico, puesto de la guardia, todo ello en un asentamiento geográfico de montaña más vertical y encumbrada de lo habitual. De clima frío por la altura, a sólo 21 Km de la turbulenta vida caraqueña, con hermosos paisajes, flora y fauna silvestre, única y particular como el oso frontino, la danta, la tigra mariposa o vientre morado, una víbora muy venenosa (sin antídoto conocido), excelentes restaurantes, posadas, una buena y transitada vialidad, segura y asfaltada completamente hasta el poblado que cruza la montaña hasta el otro lado, saliendo a Macuto en el vecino estado Vargas.
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